Las actualizaciones periódicas de la infraestructura son esenciales para mantener la eficiencia, la seguridad y la competitividad de su parque informático. Sin embargo, requieren una inversión y pueden provocar algún tiempo de inactividad. ¿Cómo justifica los costos de una actualización de la infraestructura cuando todo parece funcionar bien? Una infraestructura informática obsoleta conlleva muchos costos ocultos o potenciales, como ineficiencia operativa, vulnerabilidades, costos de mantenimiento, licencias redundantes y posibles cargos por incumplimiento.

En este blog, exploraremos cómo puede equilibrar la necesidad de innovación con la presión de controlar los costos de TI, garantizando que sus inversiones en TI sean rentables, estratégicas y brinden retornos claros.

El costo real de la infraestructura obsoleta

Cuando todos los sistemas funcionan sin problemas, puede parecer difícil evaluar la necesidad de actualizaciones de infraestructura y justificar los costos. Esto se debe a que muchas organizaciones carecen de una visibilidad clara del costo real de su infraestructura. Sin datos precisos que brinden una visión real del costo total de propiedad (TCO), las organizaciones corren el riesgo de gastar de más en mantenimiento, subestimar las necesidades de actualización o perder oportunidades para optimizar los costos.

Los sistemas obsoletos o heredados suelen tener un mayor costo de mantenimiento o soporte. Es posible que no siempre sean compatibles con sistemas o aplicaciones más nuevos, lo que genera ineficiencias operativas. También son más susceptibles a vulnerabilidades, lo que los convierte en un riesgo de seguridad. Además, a medida que pasa el tiempo, es menos probable que cumplan con los requisitos de cumplimiento modernos, lo que puede resultar en multas. Cuando un sistema antiguo finalmente, inevitablemente, se rinde o se vuelve demasiado obsoleto para hacer su trabajo, puede generar tiempo de inactividad mientras se lucha por reemplazarlo.

Invertir en infraestructura moderna no solo mitiga estos riesgos, sino que también abre la puerta a nuevas oportunidades de innovación y crecimiento. Los sistemas actualizados periódicamente mejoran la eficiencia operativa, mejoran la seguridad y garantizan el cumplimiento de los estándares actuales. Además, a menudo ofrecen una mejor escalabilidad y flexibilidad, lo que permite a las organizaciones adaptarse rápidamente a las necesidades comerciales cambiantes o las condiciones del mercado. Si bien las actualizaciones de infraestructura requieren una inversión inicial, generan ahorros de costos a largo plazo.

Minimizar costos con máxima transparencia

La solución para comprender las necesidades de actualización de su infraestructura es combinar la información de las herramientas de seguimiento financiero con los sistemas de gestión de activos de TI. Al integrar estos sistemas, puede comprender mejor el costo total de propiedad de los sistemas antiguos, incluidos los costos iniciales, los gastos de mantenimiento y los riesgos operativos. También ayudan a identificar y mitigar los costos de inactividad al proporcionar un seguimiento en tiempo real de las dependencias del sistema y los cronogramas de actualización, lo que reduce la probabilidad de interrupciones del servicio.

Además, si sus herramientas proporcionan análisis e informes avanzados, estos sistemas integrados pueden proporcionar información útil sobre patrones de uso, métricas de rendimiento y áreas potenciales de optimización. Este nivel de transparencia le permite priorizar las actualizaciones en función del impacto y la urgencia, lo que garantiza que los recursos se asignen de manera eficaz.

Una visibilidad clara de los costos de infraestructura fomenta una mejor colaboración entre los equipos de TI y financieros, alineando las inversiones en tecnología con los objetivos comerciales generales e impulsando el crecimiento estratégico

Mejores prácticas para optimizar su presupuesto de actualización

Con una mejor visibilidad de sus costos de TI, los equipos de TI pueden asignar recursos estratégicamente y garantizar que las actualizaciones se alineen con las limitaciones presupuestarias y los objetivos a largo plazo. Estas son algunas de las mejores prácticas para comprender mejor su TCO y los costos de actualización.

• Hardware de TI: use herramientas de seguimiento financiero para calcular el costo total de propiedad. Priorice el reemplazo de hardware con altos costos operativos, riesgo o baja eficiencia.
• Equipo de red: reemplace los dispositivos de red obsoletos o al final de su vida útil minimizando el riesgo. Alinee las actualizaciones con el crecimiento comercial y los requisitos de escalabilidad.
• Software: realice un seguimiento de los costos de licencias de software, los cronogramas de renovación y el uso. Consolide las licencias de software y desmantele el software no utilizado.
• Dispositivos OT: evalúe los costos operativos de los dispositivos OT, incluido el soporte extendido del proveedor y el uso de energía, en relación con su criticidad para los procesos. Reemplace los sistemas OT obsoletos cuando los riesgos o los costos superen su utilidad.
• Recursos de nube pública: use herramientas de administración de costos de nube para monitorear y controlar el consumo de recursos, incluidos el almacenamiento, la computación y el ancho de banda. Realice evaluaciones periódicas del ROI para identificar recursos subutilizados.